El acelerado cambio cultural observado en las últimas décadas de los procesos tecnológicos en informática, robótica, electrónica, los nuevos materiales, la genética y en la biotecnología. Han alentado un modo de vida global que se expresa en la moda, las costumbres, la música, la gastronomía (homogeneización cultural). Hoy parece imposible despreciar de las condiciones de interconexión económica, política, cultural que a ritmos sin precedentes, envuelven y atraviesan la red social. Toda esta revolución tecnológica poco a poco ha transformado las condiciones de vida de los hombres creando una dependencia y hasta moldeando su identidad, hoy difícilmente se puede prescindir de los multimedios como el reloj, la televisión, la calculadora, el radio, el celular, el correo electrónico, la cámara fotográfica, los videojuegos ... y hasta el teléfono.La comunicación hasta ahora no había sido tan ágil, rápida y fácil, aunque costosa. Sin levantarnos de la cama podemos saber lo que sucede en Asia, hablar por teléfono con un nepalés, entrar en una sala de chat y enrollarnos con un grupo de jóvenes de Brooklin. A la audición (radio) se le suman la visión (foto, cine, TV) y el habla (teléfono e internet).
Prisioneros de la tecnología, sin todos esos aparatos hay dificultad para dialogar con el prójimo. La época en que los abuelos ponían las sillas en la acera, e incluso hasta en la calle, y permanecían horas conversando quedo atras. Hoy la ansiedad dificulta el diálogo interpersonal. Preferimos la comunicación virtual, mental, pero no la corporal. El cuerpo se transforma en territorio del silencio de las palabras. La comunicación interpersonal se ha tornado arriesgada, pues tiende a desenmascarar, traicionar y ocultar las contradicciones. El cuerpo soy yo, y yo no soy tan bueno como la imagen que proyecto de mí mismo. Como los caballeros medievales, se cubre de una armadura que oculta la verdadera identidad, la armadura posmoderna de la parafernalia electrónica. Ella es la que salva, la que permite ser conocido por una imagen mediatizada por los multimedios.
Prisioneros de la tecnología, sin todos esos aparatos hay dificultad para dialogar con el prójimo. La época en que los abuelos ponían las sillas en la acera, e incluso hasta en la calle, y permanecían horas conversando quedo atras. Hoy la ansiedad dificulta el diálogo interpersonal. Preferimos la comunicación virtual, mental, pero no la corporal. El cuerpo se transforma en territorio del silencio de las palabras. La comunicación interpersonal se ha tornado arriesgada, pues tiende a desenmascarar, traicionar y ocultar las contradicciones. El cuerpo soy yo, y yo no soy tan bueno como la imagen que proyecto de mí mismo. Como los caballeros medievales, se cubre de una armadura que oculta la verdadera identidad, la armadura posmoderna de la parafernalia electrónica. Ella es la que salva, la que permite ser conocido por una imagen mediatizada por los multimedios.
La aparición y avance de las tecnologías permiten experimentar una nueva forma de pensar y sentir a través de la información visual que dia tras dia aparece y que van altamente ligadas con la avanzada capitalista que enfrenta el mundo globalizado y que a nuestro país llega a partir de los finales de los 80´s comienzo de los 90`s con la apertura económica. La expansión derribo parcialmente las barreras y dio lugar a la aparición de diferentes esquemas sociales, tendencias y estilos donde la tecnología en los medio de comunicación forma parte de las maneras de pensar y sentir generando un efecto curativo pero a la vez adictivo dentro de las sociedades en sus culturas chocan por sus divergencias y estilos.
ResponderEliminarLa marco en el que se enfrasca la economía actual globalizada y dominada por los medios en estos días esta dominada por las empresas multi y trasnacionales y la globalización de los mercados financieros es tristemente perjudicial para los países con economías débiles donde el ingreso de capitales esta por encima del bienestar social.